Overblog
Edit post Seguir este blog Administration + Create my blog

EL ANGEL NEGRO

El Ángel de la Muerte:

Nacido el 19 de enero de 1952, en Buenos Aires, Argentina el principal asesino múltiple del país, lo clasificamos en esta rama de asesinos porque no existía un parámetro en sus víctimas, ni recreaba un trauma a la hora de matar, por eso no sería un serial, en la época algunos criminólogos lo denominaban así porque mato a más de tres víctimas con interrupción de lapso de tiempo entre ellas, pero la verdad es que el mataba por matar, quizás era un juego por su edad y como vivía sus días en libertad, vivía el momento, actuaba como pensaba sin frenos inhibitorio alguno, tanto en la escuela como en su sexualidad, el hacia lo que quería y como quería con quien quería, se lo tildo de homosexual pero a mi modo de ver el disfrutaba del sexo con él o la que consideraba apuesto, no tenía prejuicios ni hacia juicios de moral, los cuales para la época eran imprescindibles.

Con solo 20 años fue condenado a reclusión perpetua por tiempo indeterminado y hasta el día de la fecha continua preso, es la condena más larga y rareza de Argentina cuya pena máxima son 25 años, en cada entrevista que tiene por psicólogos y profesionales él dice lo mismo “ cuando salga los voy a matar a todos”, a mi modo de ver es una persona ya institucionalizada que armo y tiene su vida en la cárcel, incapaz de salir a ganarse la vida fuera de prisión, por lo que seguimos insistiendo es que sigue siendo el mismo, diciendo y actuando como piensa y siente, sin control alguno, en varias entrevistas el sostiene que es auténtico, que él hace lo que nadie se anima hacer justamente por valores éticos o morales y eso justifica su inocencia él es el ser humano en el más puro estado.

Robos (diecisiete), tentativas de homicidios (uno) y homicidios con alevosía y uso de armas (diez), violaciones en grupo (una) y tentativas de las mismas (una), abuso deshonesto, raptos son las figuras penales que lo llevaron a estar entre rejas.

Su carrera de crimines:

El 18 de marzo de 1971 junto a su cómplice Jorge Ibáñez asaltan un boliche de Olivos, localidad bonaerense pero el ángel además de robar escapa a los ojos de su socio y ve dos serenos o cuidadores durmiendo a los cuales les dispara y da muerte, esta manera de matar es la que va caracterizar a este personaje, todos disparos mientras duermen sus víctimas o por la espalda, el motivo era simplemente que le gustaba matar y disparar el arma, fue según él una gran sensación de poder empuñar y manipular armas de fuego, siempre llevaba consigo una o dos armas.

En menos de dos meses se reitera otro hecho de robo con muerte similar a la primera, Puch deja nuevamente su huella como también en agosto del mismo año, pero una gran particularidad en este evento, su amigo y socio muere en un accidente protagonizado por el mismo Ángel, dicen que intencional por lo que va necesitar un nuevo compañero y aliado, Héctor Somoza.

Sin más tiempo que perder en setiembre un nuevo hecho es crónica de los diarios de argentina quienes buscaban saber quién era este delincuente que robaba y mataba por la espalda, el modus operandi de todas las ejecuciones era el mismo, no había duda que estábamos frente a un asesino múltiple.

El 3 de febrero de 1972 ejecutan en el robo a una ferretería a Manuel Asevedo, pero este hecho provocó una pelea entre los socios y el Ángel mata nuevamente a su compañero y cómplice, esta vez con un soplete, quemándole la cara para no dejar huellas, en la escena del crimen se encontró un pedazo del documento de identidad de Somoza y eso se relacionó con Carlitos “El Ángel” lo que ocasiono su incesante búsqueda.

La Captura:

El 5 de febrero de 1972 fue la primera querido lector, prepárese porque la historia recién comienza, esta detención causo mucha sorpresa ya que en la época muchos criminólogos lo catalogaban con un asesino con rasgos característicos a la tesis Lombrosiana, bajo, de tez oscura, Orejón, rasgos faciales primitivos, familia disfuncional, víctima de abusos y con antecedentes, pero para sorpresa el titular de un famoso diario Argentino fue “Un Monstruo con cara de Ángel”, Carlos Robledo Puch era un joven rubio, con cabellera hasta los hombros y rizos, ojos claros y una familia de clase media, padre y madre casados, con trabajo, sin carencias económicas y su comida favorita era la milanesa con puré, ósea que hambre no pasaba, pero si hubo dificultad en la escolaridad ya que paso por muchos colegios e instituciones educativas.

II Captura:

En 1973 logra escapar del penal de Olmos y retoma el camino a su hogar donde habla con su madre la cual le pide que se entregue ofreciéndole pagar un abogado que alegaría insania y así recuperaría su libertad a lo que el respondió que no está loco y que tampoco hizo nada malo, que lo que él hace lo haría cualquier persona solo que nos e animan, cuatro días de su escape es recapturado y le promete a su madre que no se escapara nuevamente.

En el año 2016 escribió al gobierno de turno solicitando un indulto, apuntando contra el sistema penitenciario y hasta se comparó con Nelson Mandela, el Gobierno no procedió a su petición, hasta el día de la fecha sigue preso en el penal de Sierra Chica.

Fuera del molde criminológico:

Como vemos lo expuesto rompe con toda teoría criminal acerca de asesinos en serie y múltiples, no existen abusos, ni adicciones, no hay traumas familiares ni violencia doméstica, pero si debemos decir que existió una gran falta de límites de los padres, para la sociedad y parte de la justicia los padres eran responsables del obrar del Ángel, quien se iba y volvía días después a su hogar, traía cosas robadas pero convencía a sus padres que eran de un amigo o prestadas, era dulce, paciente y amoroso a la hora de entablar un dialogo, lo que si deducimos una gran personalidad psicópata.

Su proceder en los hurtos era ingresar a casas u hogares vacíos, recorrerla, tomar algo y comer y luego saquear lo que le llamara la atención o gustara, el mismo reconoció que si alguien aparecía los saludaba naturalmente, lo que robaba lo guardaba o se lo daba a gente pobre, pero no vendía su motín a nadie, robaba por robar, no creía en la propiedad privada, si él quería algo lo tomaba y listo.

Mataba por matar:

Para muchos el Ángel mataba por el solo hecho de matar, en realidad en las diferentes escenas criminales de sus ejecuciones, porque así lo eran no había amenaza alguna para dar muerte a las víctimas, no existía resistencia o móvil que justifique un disparo.

Las muertes eran a personas dormidas o por la espalda, para muchos esto era un indicio de cobardía por parte del Ángel y para otros era el demonio en persona, era el gen del mal.

Se dice que en uno de sus robos seguidos de muerte luego de disparar con dos armas al mismo tiempo, una en cada mano a dos personas que dormían en camas separadas, llama a su compañero Ibáñez y le pregunta ¿vos crees que están muertos? Y el mismo asesino se responde, “porque parecen dormidos, si esto es solo un juego…” quizás por su corta edad y falta de madures podríamos decir que no era consciente de sus actos, él vivía como si la vida fuera un juego, se escapaba de la escuela a la hora que quería, no respetaba autoridad alguna y reía disfrutando de cada escena de riñas o peleas en bares con su amigo, me refiero a una risa muy inocente y hasta se revolcaba en el piso, su vida era toda una película y él sabía que era el actor principal.

Cuando se logra escapar por primera vez ya en un autobús rumbo a su casa cuentan que le cayeron lágrimas de los ojos, a lo que imagino fue porque tomo conciencia de que no era joda, no era un juego, era la vida real y los delitos se pagan con cárcel, con aislamiento, lejos de la familia y sin milanesas con puré, comida con la que le esperaba su madre luego de esos días de ausencia, él llegaba naturalmente y se sentaba a comer, a lo que su madre le decía a su padre que no lo rete, que haga de cuenta que no pasó nada, que lo bueno es que Carlitos allá regresado y está bien.

La falta de límites, la falta de escolaridad y el no tener necesidades quizás hayan sido los factores para que Carlos vea todo como un juego, una inmadurez que parece continuar hasta estos días, además creemos que la cárcel lamentablemente no educa, da solo mas oscuridad a estas vidas.

 

La pericia psicológica de Robledo Puch:

"¿Están seguros de que este es el sátiro? ¿No se habrán confundido? Ese pibe no puede ser, si se parece a Marilyn Monroe" , le dijo el médico forense Osvaldo Raffo al jefe de policía la primera vez que estuvo frente a frente con Carlos Eduardo Robledo Puch. El joven tenía 20 años, el pelo rubio ensortijado y enormes ojos azules. Los sesenta kilos distribuidos en su metro setenta y dos lo hacían aparentar menos edad de la que tenía. Parecía un ángel. "Era dueño de una belleza que cabalgaba entre lo femenino y lo masculino", recordó el prestigioso forense ante un periodista de Cosecha Roja hace ya cinco años.

¿Qué tiene en la mente el Ángel? 

La respuesta la dio el especialista en el informe que hizo para el juicio oral de Robledo Puch, luego de analizar la relación con sus padres ("mi mamá me cuidaba, pero no me sobreprotegía; mi papá era hombre callado, muy de familia y sin vicios"), su adolescencia y su vida escolar ("soy un tipo aislado; no tengo amigos, tengo compinches. Desde chico quería mi independencia y mi libertad"), sus relaciones sexuales ("mi primera experiencia fue a los 15 años con una chica que conocí en un hotel, nunca estuve con prostitutas. A mi novia nunca le toqué un pelo. Tenía sexo una siete veces por mes, no me lo pedía el cuerpo, nunca violé a ninguna"), y su reacción ante cada delito imputado: "Se torna agresivo y se limita a repetir: 'Ya entramos en terreno jurídico y eso no corresponde a la pericia médica. Disculpe, doctor, yo no vengo a fingir y por eso me exaspero. Me hago cargo de los robos, de los homicidios no voy a hablar'"

Luego de bucear en la oscuridad y en el horror de una mente perversa, el perito afirmó: "Carlos Eduardo Robledo Puch conoce el carácter psiquiátrico de la entrevista, saluda correctamente y se esfuerza en parecer cortés y educado. La mímica es exagerada, amanerada y tacha de puerilidad. Sonríe por motivos fútiles y esta sonrisa da a su rostro cierta impresión de cinismo".

Y manifestó su sorpresa ante la frialdad del joven quien articulaba bien las palabras, sabía mantener una conversación, y tenía un discurso coherente y lógico: "No se cree loco, ni cree haberlo estado nunca".

Robledo Puch no despertaba ni odio ni afecto. Simplemente, era imposible sentir alguna empatía con él. Existía como un cristal que lo separaba de la gente, que lo aislaba. Por momentos explotaba de ira y por momentos meditaba las respuestas. "Parece un sujeto que vive como un extraño dentro de la sociedad, como si perteneciera a otro mundo".

De una inteligencia "buena sin ser extraordinaria", excelente memoria, rápida asociación de ideas, viva imaginación "sin carácter patológico" y un bagaje espiritual "proporcionado a su escolaridad y cultura", Puch "no muestra trastornos patológicos del juicio, y esto le permite tener una conciencia razonada de sus actos", escribió el forense. Entre los párrafos más salientes que elaboró, luego de dos meses de charlas en un cuarto oscuro donde la risa de Puch le resonaba en los oídos aún cuando regresaba a su casa, Raffo puntualizó:

"Su humor es más o menos parejo, pero fácilmente irritable llegando hasta la cólera cuando cree que el interrogatorio no lo favorece; adapta entonces una actitud de aparente amabilidad, complacencia y simpatía".

"Puch posee un amplio dominio sobre sí mismo y dice solamente lo que debe o le conviene. Tiene un rasgo característico de los psicópatas: tendencia a pasar a la acción y descargar así su tensión. Sin embargo eso no tiene carácter patológico: es capaz de adaptarse a las circunstancias e inhibir sus tendencias delictivas cuando hay riesgo para su persona o sus intereses".

"No es ni un sujeto normal ni un alienado. Pertenece a este grupo numeroso y heterogéneo de sujetos intermedios entre la sanidad mental y la psicosis. Nuestro hombre presenta estigmas de temperamento paranoide, perverso, esquizotímico".

"Lo paranoide se refleja en lo siguiente: es desconfiado, egocentrista, orgulloso e inadaptado. Cuando llega a la presencia de los peritos, lo hace satisfecho de ser el centro de atracción, sonríe y trata de impresionar como hombre culto, bien hablado y superior a sus congéneres". A Puch no lo doblega nada, ni el interrogatorio más tenaz. "Tiene tendencia a la introversión y es narcisista", señaló el informe.

"Lo verdaderamente dominante de su personalidad son sus estigmas psicológicos, pertenecientes a los psicópatas desalmados, "locos morales", asociales, perversos instintivos. Ha cometido múltiples delitos graves, muchos de ellos en condiciones de excepcional sufrimiento para las víctimas, y no ha mostrado arrepentimiento alguno (….) es indiferente al sufrimiento ajeno". "Su perversidad viene de lejos, no se instaló de golpe ni fue determinada por una enfermedad o por el medio. Él tiene una infancia con "historia" y esto es importante en la interpretación psicopatológica. Su anormalidad es de origen congénito (…) No es un débil mental, no es un confuso, no es un delirante, no es un perturbado: carece de todo síntoma que constituye un estado de locura".

"Carlos Eduardo Robledo Puch tiene una personalidad psicopática, que son las que sufren por su anormalidad o hacen sufrir a la sociedad. Nuestro hombre pertenece a la segunda variedad: hace sufrir a los demás y personalmente no padece absolutamente nada. Él es un perverso".

Por Christian Casas Cassataro.

Publicado en el mes de Abril por Revista Latido Juridico ( Mexico)

Tag(s) : #Asesino, #Criminal, #Serial, #buenos aires, #casas cassataro, #christian, #femicidio, #villa dolores
Compartir este post
Repost0
Para estar informado de los últimos artículos, suscríbase: