"No todo individuo que haya maltratado a animales acabará siendo un asesino en serie, pero casi todos los asesinos en serie cometieron actos de crueldad con animales" .
El FBI conoce la relación y la utiliza en la elaboración de perfiles de asesinos en serie. Algunos de los más conocidos como Jeffrey Dahmer, Alberto DeSalvo, David Berkowitz o el "Vampiro de Dusseldorf" empezaron sus fantasías de torturas y crueldad con animales no humanos. En un estudio de 36 asesinos múltiples convictos llevado a cabo por el FBI en 1970, el 46 % declararon haber torturado animales durante su adolescencia.
Hope (Esperanza) es el nombre de esta gata que sufrió indecibles torturas a manos de un grupo de adolescentes. Fue golpeada, quemada, cegada, mutilada... afortunadamente alguien la recogió y se recupera favorablemente. Los agresores fueron detenidos. Este caso alertó a mucha gente sobre la necesidad de una educación adecuada para prevenir la crueldad con animales y la posible ulterior crueldad hacia humanos, así como el desarrollo de programas de intervención adecuados.
"Un niño que crece rodeado de agresión contra cualquier ser vivo tiene más probabilidad de violar, abusar o matar a humanos cuando sea adulto" (Kellert & Felthous, 1985) .
Los niños reciben desde temprana edad, contacto con imágenes de animales (e incluso, la mayoría de ellos conviven con una o varias mascotas). De éstos aprenden a ser responsables a desarrollar empatía, afecto incondicional y muchos adquieren su autoestima como consecuencia de su relación con su animal de compañía.
Desafortunadamente, en familias problemáticas, los niños pueden aprender que los animales pueden ser maltratados e incluso que la conducta agresiva es aceptable hacia humanos (White & Shapiro, 1994). Algunos niños se identifican con el agresor (que puede maltratarlos a ellos o al cónyuge además de a las mascotas) y se convierten ellos mismos en agresores (Gil, 1994).
Un estudio de la New Jersey Public Child Protection Agency, revela que en el 88% de las familias donde se había maltratado a niños, también se había maltratado a animales. En el 66% de los casos el progenitor agresor había matado o herido a la mascota para inculcar disciplina al hijo (DeViney, Dickert & Lockwood,1983)
Según los expertos, pueden identificarse unos rasgos comunes en niños/adolescentes que presentan violencia escolar ( incluyendo asesinatos en masa):
- Se sienten inferiores y criticados
- Presentan comportamientos violentos/agresivos de diferentes maneras y no en un episodio aislado.
- Son rechazados repetidamente, lo que contribuye al incremento progresivo de su agresividad.
- Niños aislados mientras sufren daño emocional.
- Los adultos no prestaron la suficiente atención a signos de alarma (como el maltrato a animales, ya que no se consideró a los animales como víctimas si no como una propiedad). Hay jóvenes que cometen actos de crueldad hacia animales como síntomas de una psicopatología y, a veces, acompañados de una historia familiar problemática.
Además de las características arriba enumeradas, su "perfil" puede incluir:
- Diagnóstico de trastorno de conducta.
- Falta de cuidados y/o malos tratos( abuso físico, abuso sexual o emocional, no atención médica,etc.)
- Violación de las normas sociales y los derechos humanos y animales básicos.
- Perpetrar actos criminales violentos o no, incluyendo los relativos a la propiedad.
- Baja autoestima y elevada susceptibilidad a la presión de otras personas.
- Poco control de la agresividad física y la ira ( empiezan las peleas, se auto-mutilan, o agreden a otras personas o animales).
- Rechazo real o percibido erróneamente y sentimiento de ser criticados y/o perseguidos.
- Falta de control de impulsos.
- Sentimientos de falta de poder e inferioridad.
- Capacidad no adecuada de relacionarse socialmente en la mayoría de ámbitos.
- Exceso o falta de apego.
- Falta de apoyo e inculcación de valores básicos por parte de los padres.
Los animales son a menudo maltratados a suerte de venganza, sobre todo por parte de hombres que maltratan a sus parejas (correlación que se da en el 71% de las mujeres que acudieron en busca de ayuda)(Ascione, 1996). Curiosamente, el hombre es a veces quien regala el animal a la mujer o al hijo para poder ejercer su poder y manipularlos a través del animal.
En hogares abusivos, del 86 % de mujeres que tenían un animal de compañía, un 80% refirió que sus animales eran también víctimas de malos tratos. (Quinlisk, 1995).
Un problema que se empezó a detectar en EEUU es que muchas mujeres maltratadas volvían a sus hogares o no se atrevían a escapar ya que no encontraban la manera de llevarse consigo a su mascota (los refugios estaban saturados, los hombres amenazaban con matar al animal si la mujer no volvía,etc.). Para evitar esto, se empezó a desarrollar un programa llamado Companion Animal Rescue Effort (CARE) donde se coordina la atención a mujeres y niños maltratados con la búsqueda lugar donde alojar al animal.